Hasta allí todo era normalidad hasta que llegó el educador muy alterado y promovió tal desorden, que la Justicia ordenó su aprehensión por atentado y resistencia a la autoridad.La cronología de los hechos ubica al patrullero de la Comisaría en la intersección de calles Mitre y 9 de Julio, alrededor de las 4:50 de este domingo, donde a pocos metros observan un grupo de aproximadamente unas 30 personas participando de una fiesta no autorizada. En la vereda de una casa, divisaron un equipo de música a alto volumen y los concurrentes consumían bebidas alcohólicas, sin respetar los protocolos sanitarios ni las medidas vigentes en torno a la prevención de los contagios en la pandemia. Cuando los participantes notaron la presencia policial, optaron por ingresar al domicilio en cuestión y en su afán por hacer cesar la falta, los uniformados identificaron al dueño de casa y organizador, un muchacho de 23 y a dos de sus amigos, ambos de 20. Estos fueron trasladados a sede policial para ser notificados de la infracción incurrida. Los inconvenientes se suscitaron poco después en la comisaría, lugar donde arribó un hombre de profesión docente, quien se identificó como padre del organizador de la fiesta y a viva voz habría increpado al personal actuante, profiriendo insultos y provocando disturbios e incluso habría intentado llevarse a su hijo por la fuerza y lanzando golpes de puño contra los uniformados. Rápidamente, el hombre de 50 años fue reducido por los policías y al consultar el temperamento a seguir con la fiscal María Alejandra Holgad, esta ordenó que padre e hijo fueran imputados por el artículo 205 del C.P.A. y que quedasen en calidad de aprehendidos, alojados en una celda y que se le abra una causa por atentado y resistencia a la autoridad al progenitor del organizador. Asimismo, los amigos del joven fueron identificados y luego liberados por disposición de la Justicia, que además solicitó se adjuntara a la causa el material fotográfico y fílmico donde se puede observar a las personas que se encontraban en el lugar, las bebidas alcohólicas en la vereda y el centro musical que se encontraba irradiando música a alto volumen.